El martes 6 de octubre se inauguró en el Museo de la Universidad Nacional de Tres de Febrero la muestra retrospectiva del maestro Esteban Lisa, considerado como uno de los pioneros de la abstracción latinoamericana. El curador invitado es Mario H. Gradowczyk.
MUNTREF, en cooperación con la Fundación Esteban Lisa, busca analizar en profundidad el corpus de Lisa a partir de 1945, al tiempo que muestra algunos ejemplos de su producción temprana realizada entre 1930 y 1944. A través de las ciento cuarenta pinturas que se exhiben, se dará a conocer la envergadura pictórica y el pensamiento estético de este significativo innovador de la pintura moderna. El catálogo incluye un texto de Irma Arestizábal (1940-2009), publicado hace una década por esta gran personalidad de la historiografía del arte argentino, una exhaustiva investigación del profesor José Emilio Burucúa (UNSAM) y un análisis de Mario H. Gradowczyk.
Aníbal Jozami, Rector de la UNTREF, destaca: “Esteban Lisa adoptó nuestro país como lugar de creación y experimentación; y su hacer no se centró sólo en la práctica artística, que fue evolucionando y enriqueciendo conceptualmente a lo largo de los años, sino que privilegió también la perspectiva del arte como instrumento de educación para los jóvenes. En un ámbito como el del MUNTREF, que pertenece a una institución universitaria especialmente dedicada a la búsqueda de nuevos elementos para la formación, presentar la obra de Esteban Lisa era casi un deber. Su concepción del arte como el elemento básico del desarrollo personal coincide ampliamente con el ideario de este museo, que al actuar como ámbito de reflexión, complementa el proceso de formación que llevan a cabo las distintas áreas de la universidad”.
Escribió Irma Arestizábal sobre el artista: “Si bien Lisa no participa formalmente de ninguno de los movimientos de las vanguardias puede, como Juan del Prete, ser considerado entre los iniciadores de la abstracción en la Argentina. Pintor, pedagogo, pensador, Lisa consideraba que su papel principal era enseñar y dedicó la mayor parte de su vida a reflexionar sobre Kant, Einstein y Picasso utilizando la pintura como su principal medio de investigación y expresión (…) podemos afirmar que, ante sus creaciones, asistimos a una alegre y vivaz unión de las formas artificiales del arte con las naturales de las colinas, las nubes, las estrellas, la lluvia, el viento y la luz, donde en cada trabajo el artista declara una y otra vez su capacidad de vivir en comunión filosófica-mágica con el mundo”.
Mario Gradowczyk puntualizó: “Según las palabras del artista: el arte no es cosa, es un estado y es en las cosas donde el hombre manifiesta ese estado. ¿No sería acaso oportuno visualizar el corpus integral de su obra como un gigantesco diario, que resultaría ser el vehículo más apto a donde dejar registrados esos estados con sus alegrías, sus sufrimientos, sus cambios de humor, pero que responde a un único propósito estético como lo describe Burucúa? Y un diario personal de tamaña magnitud, donde a cada período estilístico le corresponde un nuevo capítulo de su inquebrantable saga, sólo puede darse a conocer cuando se termina la última anotación. Esta sería una primera justificación del porqué el maestro nunca diera a conocer su obra al público”.
Esteban Lisa (1895-1983) nació en Hinojosa de San Vicente -Castilla, La Mancha- y llegó a Buenos Aires de niño. Tomó clases de arte con fray Guillermo Butler. Trabajó primero como cartero y luego como bibliotecario del Correo Argentino mientras, por las noches, enseñaba arte en una escuela nocturna para adultos en Villa Crespo.El caso Lisa es único: creó un cuerpo de obra abstracta en absoluto aislamiento de la escena artística argentina. Lisa tomó la decisión de no exhibir sus obras de forma pública probablemente porque el carácter diarístico y serial de éstas impedía mostrarlas de modo fragmentado. Su proceso creativo fue de carácter experimental, continuo y de búsqueda permanente: por ello éste finalizaría solamente con su última pintura.
Mientras trabajó su corpus en silencio, Lisa concentró sus esfuerzos en la enseñanza del arte. Fundó en 1955 la Escuela de Arte Moderno Las Cuatro Dimensiones, que se transformó en un espacio de reunión de artistas y pensadores y, años más tarde, el Instituto de Investigaciones de la Teoría de la Cosmovisión. Lisa valoraba la filosofía, la poesía y la ética tanto como el dibujo y la pintura. Su intención no era preparar a artistas sino alentar el pensamiento. Falleció en Buenos Aires en 1983.
Junto con esta muestra, la UNTREF lanza el programa educativo-cultural “Arte para Chicos”, dirigido a grupos escolares y a familias. Es una actividad libre y gratuita, en la que se realizarán visitas participativas los sábados a las 15.30 horas y visitas para chicos y familias los sábados a las 17 hs. Para visitas participativas de escuelas solicitar turno a: museo@untref.edu.ar o por teléfono: 4759-3528/37/78 interno 23.
