El Libro Absoluto, una instalación de Joaquín Fargas realizada en colaboración con la Universidad Maimónides fue presentada por el artista en la Biblioteca de Alejandría el pasado 12 de marzo.
Simultáneamente, en Buenos Aires, en la Biblioteca Nacional, una réplica de esta obra se presentó en un evento del cual participaron Fargas en modo de video-conferencia y autoridades de la Biblioteca Nacional y Universidad Maimónides.
Simultáneamente, en Buenos Aires, en la Biblioteca Nacional, una réplica de esta obra se presentó en un evento del cual participaron Fargas en modo de video-conferencia y autoridades de la Biblioteca Nacional y Universidad Maimónides.
¿Es posible encontrar en el Universo un libro contenedor de todo el conocimiento?
El Libro Absoluto nos propone explorar caminos diversos en esta búsqueda que nos presenta alternativas infinitas que exceden la comprensión humana. Esta obra está basada en dos cuentos de Borges: La Biblioteca de Babel y El Libro de Arena, relatos fantásticos que abordan los conceptos de finitud e infinitud.
El Libro Absoluto es un dispositivo conformado por nueve prismas hexagonales, los cuales constituyen dos pirámides unidas por la base, que el artista creó y desarrolló con la colaboración de la Universidad Maimónides, institución en la que es titular de la cátedra de arte y tecnología y director del laboratorio de bioarte.
La pieza octogonal se ubica sobre un pedestal y cuando se retira de su base aparece su imagen en un monitor contiguo. Cada lado de los hexágonos representa una disciplina y rotan sobre un eje. Al girarlos, se elige una serie de combinaciones que disparan una búsqueda por internet -a través de un motor de búsqueda y un programa integrador- y generan una página relacionada con las temáticas seleccionadas cuya composición es el resultado de 1 en 100.000 millones de combinaciones. El resultado de esta búsqueda se visualiza en una pantalla por unos segundos, siendo infinitamente improbable que se vuelva a repetir en el futuro.
El Libro Absoluto es un dispositivo conformado por nueve prismas hexagonales, los cuales constituyen dos pirámides unidas por la base, que el artista creó y desarrolló con la colaboración de la Universidad Maimónides, institución en la que es titular de la cátedra de arte y tecnología y director del laboratorio de bioarte.
La pieza octogonal se ubica sobre un pedestal y cuando se retira de su base aparece su imagen en un monitor contiguo. Cada lado de los hexágonos representa una disciplina y rotan sobre un eje. Al girarlos, se elige una serie de combinaciones que disparan una búsqueda por internet -a través de un motor de búsqueda y un programa integrador- y generan una página relacionada con las temáticas seleccionadas cuya composición es el resultado de 1 en 100.000 millones de combinaciones. El resultado de esta búsqueda se visualiza en una pantalla por unos segundos, siendo infinitamente improbable que se vuelva a repetir en el futuro.
Según el relato de Borges, el Universo (que otros llaman Biblioteca) está compuesto por un número indefinido y tal vez infinito de galerías hexagonales. Además, como todos los hombres de la Biblioteca ha peregrinado en busca de un libro, acaso del catálogo de catálogos. No había problema personal o mundial cuya solución no existiera en algún hexágono.
Al girar los prismas de la pieza uno se vuelve ese bibliotecario de la Biblioteca de Babel que recorre los hexágonos buscando ese libro total, el Libro Absoluto.
El resultado de la búsqueda concluye en la generación de una página que resulta ser efímera. La información desaparece al cabo de unos segundos y a la cual no se puede volver a acceder, tal como en el Libro de Arena cuyas páginas luego de ser consultadas se desvanecen.
El resultado de la búsqueda concluye en la generación de una página que resulta ser efímera. La información desaparece al cabo de unos segundos y a la cual no se puede volver a acceder, tal como en el Libro de Arena cuyas páginas luego de ser consultadas se desvanecen.
El libro absoluto será exhibido en la Biblioteca Nacional en una muestra abierta al público.
Artista e ingeniero, Joaquín Fargas integra esos campos y el tecnológico en su producción artística. Desde 1990 investiga nuevas tecnologías para el arte. Su producción se habilita con propuestas posibles o utópicas en relación a la vida, su preservación y la interrelación de los seres. Su obra ha sido expuesta en museos, galerías y bienales en diversas regiones del globo.
Es titular de la cátedra de arte y tecnología de la Universidad Maimónides, donde fundó el laboratorio de bioarte y es su director desde entonces. Fue director ejecutivo de la Red de Popularización de la Ciencia y Tecnología para América Latina y el Caribe de UNESCO.
Entre sus exhibiciones recientes más importantes puede mencionarse su participación con “Glaciator” en la Bienal de la Antártida 2017, las realizadas en China (Solar and Wind projects 2016), Bienal Kosice (Noviembre 2016), Museo de Arte Contemporáneo de la Pcia. de Buenos Aires 2016 (Proyecto Biosfera), Planetario de la CABA (Antológica, 2015), Lacsa Gallery, Los Ángeles, EEUU, 2016, y Chen Long Art Project, Taiwan, 2014.
Es titular de la cátedra de arte y tecnología de la Universidad Maimónides, donde fundó el laboratorio de bioarte y es su director desde entonces. Fue director ejecutivo de la Red de Popularización de la Ciencia y Tecnología para América Latina y el Caribe de UNESCO.
Entre sus exhibiciones recientes más importantes puede mencionarse su participación con “Glaciator” en la Bienal de la Antártida 2017, las realizadas en China (Solar and Wind projects 2016), Bienal Kosice (Noviembre 2016), Museo de Arte Contemporáneo de la Pcia. de Buenos Aires 2016 (Proyecto Biosfera), Planetario de la CABA (Antológica, 2015), Lacsa Gallery, Los Ángeles, EEUU, 2016, y Chen Long Art Project, Taiwan, 2014.