La muestra de pinturas "Aguas de la memoria" de Jorge Abot, que se está exponiendo en el Museo Sívori, se extenderá hasta el 26 de setiembre. Se puede visitar en Av. Infanta Isabel 555, frente al puente del Rosedal, de martes a viernes de 12 a 20 hs.; sábados, domingos y feriados de 10 a 20 hs. Entrada: $1. Miércoles y sábados: gratis.
En esta muestra, Abot presenta obras recientes junto a producciones realizadas durante los últimos diez años. No se trata de una propuesta cronológica: se plantea una búsqueda de unidad en cuanto a un modo de hacer y de decir, trazada por un camino entre la expresión, el gesto y el silencio.
En la producción de Jorge Abot se destaca tanto la superficie del cuadro "a través del trabajo matérico del soporte" como la cualidad gestual del trazo. Papeles, hojas de periódicos y cartones constituyen la trama expresiva sobre la cual se inscriben las grandes pinceladas en tonos blancos, ocres, rojos y negros, una combinación clásica dentro de la producción del pintor (grafías y chorreaduras).
Abot se define como un pintor no figurativo y creador de un alfabeto propio, de signos que reflejan su identidad. Su abstracción prioriza el carácter sensible o expresivo, como señaló Arnoldo Liberman en la presentación a la muestra en van Riel (1987): "Un pintor de la sensación, de lo sensible, y, para decirlo en términos más actuales, del deseo".
En esta muestra, Abot presenta obras recientes junto a producciones realizadas durante los últimos diez años. No se trata de una propuesta cronológica: se plantea una búsqueda de unidad en cuanto a un modo de hacer y de decir, trazada por un camino entre la expresión, el gesto y el silencio.
En la producción de Jorge Abot se destaca tanto la superficie del cuadro "a través del trabajo matérico del soporte" como la cualidad gestual del trazo. Papeles, hojas de periódicos y cartones constituyen la trama expresiva sobre la cual se inscriben las grandes pinceladas en tonos blancos, ocres, rojos y negros, una combinación clásica dentro de la producción del pintor (grafías y chorreaduras).
Abot se define como un pintor no figurativo y creador de un alfabeto propio, de signos que reflejan su identidad. Su abstracción prioriza el carácter sensible o expresivo, como señaló Arnoldo Liberman en la presentación a la muestra en van Riel (1987): "Un pintor de la sensación, de lo sensible, y, para decirlo en términos más actuales, del deseo".