Con la presencia de Aldo de Sousa, Liana Sabbatella, Osvaldo Mastromauro y Rogelio Polesello como invitado especial, se realizó el 2º Encuentro Cultural Empresario en la Cámara Argentina de Comercio.
En un ambiente distendido se dialogó con el público asistente sobre diversos momentos de la vida artística de Rogelio, evocando momentos agradables de su juventud junto a Julio Le Parc, quien fue su compañero de estudios.
También se recordó la época donde tuvo contacto con el surrealismo. La visión de Polesello está siempre relacionada con el diseño gráfico, del que proviene; sus comienzos con las transparencias del acrílico, con tramas caladas dan inicio a una etapa de trabajo con este material.
Su paso por el Di Tella, junto con Romero Brest, también recordado; la década del '70, donde comienza la distorsión de la línea, va llevando su pensamiento creador hacia la mano ejecutora.
Otro tema encarado fue sobre los inconvenientes que existen en nuestro país para financiamientos artísticos. Liana Sabbatella hizo referencia a la eternamente postergada Ley de Mecenazgo, que posibilitaría recursos genuinos para los artistas, mencionó también, que tanto en Chile, Colombia, Venezuela, Brasil y hasta Uruguay están más avanzados que nosotros en ese aspecto.
El crítico de arte Osvaldo Mastromauro hizo referencia al mural de 30 metros de largo que se encuentra en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, realizado por Rogelio, que despide a los argentinos y extranjeros cuando salen de nuestro país.
Aldo de Sousa contó anectodas sobre la relación íntima que genera la obra de arte, llegando a veces al extremo de no querer venderla.
Para terminar todos coincidieron en que Rogelio Polesello, con su enorme personalidad y su habilidad, se ha posicionado como uno de los principales artistas argentinos de nuestros días.
En un ambiente distendido se dialogó con el público asistente sobre diversos momentos de la vida artística de Rogelio, evocando momentos agradables de su juventud junto a Julio Le Parc, quien fue su compañero de estudios.
También se recordó la época donde tuvo contacto con el surrealismo. La visión de Polesello está siempre relacionada con el diseño gráfico, del que proviene; sus comienzos con las transparencias del acrílico, con tramas caladas dan inicio a una etapa de trabajo con este material.
Su paso por el Di Tella, junto con Romero Brest, también recordado; la década del '70, donde comienza la distorsión de la línea, va llevando su pensamiento creador hacia la mano ejecutora.
Otro tema encarado fue sobre los inconvenientes que existen en nuestro país para financiamientos artísticos. Liana Sabbatella hizo referencia a la eternamente postergada Ley de Mecenazgo, que posibilitaría recursos genuinos para los artistas, mencionó también, que tanto en Chile, Colombia, Venezuela, Brasil y hasta Uruguay están más avanzados que nosotros en ese aspecto.
El crítico de arte Osvaldo Mastromauro hizo referencia al mural de 30 metros de largo que se encuentra en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, realizado por Rogelio, que despide a los argentinos y extranjeros cuando salen de nuestro país.
Aldo de Sousa contó anectodas sobre la relación íntima que genera la obra de arte, llegando a veces al extremo de no querer venderla.
Para terminar todos coincidieron en que Rogelio Polesello, con su enorme personalidad y su habilidad, se ha posicionado como uno de los principales artistas argentinos de nuestros días.