Desde el viernes 21 de noviembre se puede visitar en la galería Calvaresi la muestra “Entre el Cielo y la Tierra”, de Stella Benvenuto, destacada artista visual que recupera el milenario arte del bordado como un refugio de la reflexión y el espíritu, en un tiempo dominado por el vértigo, la tecnología y la violencia.
La exposición, curada por Ana María Battistozzi, está integrada por 20 obras en tamaño pequeño, 7 obras textiles de gran tamaño y 4 móviles de reciente elaboración. “Stella Benvenuto persigue la cifra de una armonía que afirma haber encontrado en la Naturaleza -expresa la curadora-. Su proyecto de Mendoza, al pie de los Andes puede ser una aproximación -aunque no la única- a ello.
Y agrega: “Esa instancia de pausa necesaria -que uno puede juzgar a contramano del espíritu impetuoso que la domina- logró un cauce sereno en la práctica del bordado. Rescatada en las últimas décadas del invisibilizado ámbito doméstico, al que se la confinó desde fines del siglo XVIII, e identificada con «la construcción de la feminidad», esta práctica ha sido recuperada en las últimas décadas. No sólo como parte de la ruptura de los límites entre baja y alta cultura que impusieron las vanguardias, sino también como parte de la de irrupción de las minorías étnicas y sexuales en el horizonte de la cultura contemporánea”.
“Es en este marco de nuevas prácticas que, a su vez, emergen en relación con la necesidad de una sintonía más cercana con la naturaleza, que Stella Benvenuto diseña el capítulo más reciente de la obra que presenta ahora en la galería Calvaresi”, remata Battistozzi.
Stella Benvenuto |
Una artista polifacética, Stella Benvenuto nació en Buenos Aires en 1943 y desde muy temprano se inclinó hacia las artes visuales. Realizó estudios de pintura con Michelle Marx, discípula de E. Petorutti, y continuó su formación en Italia. A su regreso, en 1968, asistió al taller de Carlos Cañas y, en 1971, al de Jorge Dermigian. En 2004 comenzó a interesarse por otras áreas del arte como la fotografía, la escultura y el diseño de objetos.
A partir de este momento, su obra se articuló en series que compartían elementos constitutivos siempre vinculados a la naturaleza. En fotografía, bajo el ojo de su maestro Alejandro Calderone, incursionó en el backlight reafirmando la imagen con tecnología. Toda su obra parte de un profundo respeto e inspiración hacia la naturaleza. Desde 1975, expone en galerías y museos argentinos y participa en ferias de arte, como ArteBA y Buenos Aires Photo.