26 de marzo de 2008

Excelentes propuestas en el Museo de Bellas Artes

La nueva gestión del Museo Nacional de Bellas Artes comienza el 2008 con un abanico de atractivas propuestas destinadas a revalorizar su patrimonio: exposiciones temporarias, publicaciones y la convocatoria a un premio de investigación sobre el arte argentino en sus colecciones.En el Pabellón de exposiciones temporarias se presenta "Signos de existencia. Fotografía actual Francia – Chile - Argentina ", que reúne una selección de obras de artistas contemporáneos.
Plantea una posibilidad de diálogo entre destacadas producciones de Argentina, Chile y Francia que se exhiben en forma simultánea. Una reunión de tres visiones locales acerca de su propia escena y un dato común: la fotografía y el video. La exposición propone una revisión del carácter testimonial de estos medios expresivos y amplía la mirada hacia instancias donde realidad e irrealidad se confunden generando un imaginario inagotable de signos de existencia.
El curador francés Régis Durand invitó a participar como co-curadores para la edición latinoamericana de la muestra, al director del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile, Francisco Brugnoli, y al director de Artes Visuales de la Secretaría de Cultura de la Nación, Andrés Duprat. Cada curador seleccionó a destacados artistas contemporáneos de sus respectivos países. Los artistas participantes son: Kader Attia, Valérie Belin, Stéphane Couturier, Pierre Faure, Valérie Jouve, Nicolas Moulin, Georges Rousse y Bruno Serralongue de Francia; Claudio Bertoni, Jorge Brantmayer, Paz Errázuriz, Álvaro Hoppe, Andrea Jösch. Mariana Matthews, Sachiyo Nishimura, Luis Poirot y Guy Wenborne de Chile, y Matías Duville, Raúl Flores, Laura Glusman, Alberto Goldenstein, Marcos López, Jorge Macchi, Res y Constanza Piaggio, por los argentinos.
La exposición "Curatella Manes y Sibellino: la nueva sensibilidad", se presenta en las salas 16 y 17 de la Planta Baja. Se trata de 28 obras de la colección del MNBA, realizadas entre 1924 y mediados de la década del 50. Por medio de yesos, bronces, estudios preliminares y dibujos complementarios, se podrá apreciar el proceso creativo y los cambios que esa nueva sensibilidad fue adquiriendo a través del tiempo en los dos maestros de nuestra escultura moderna. La curaduría es de la Lic. María José Herrera, Directora Artística del MNBA.
A comienzos de los años veinte, Pablo Curatella Manes y Antonio Sibellino –ambos formados en la Argentina y en Europa- introdujeron en la escultura los ecos de la nueva sensibilidad plástica que implicara el cubismo. Contemporáneos a Pettoruti y Xul Solar, dieron a sus obras una modernidad que oscilaba entre la figuración y la abstracción.
La muestra "Las armas de la pintura. La Nación en construcción", que se presenta en la sala 106 del primer piso, indaga sobre la función política y los modos de representación de la pintura en la construcción de la Nación, entre la batalla de Caseros (1852) y la Guerra del Paraguay (1865-70).
Esta primera exposición del ciclo Miradas hacia el Bicentenario, que presenta el museo, propone un diálogo entre la colección de Arte Argentino del siglo XIX del Museo y una selección de obras de pintura de historia, alegorías y batallas provenientes de otras colecciones nacionales, públicas y privadas.Se exhiben obras de Juan Manuel Blanes, Cándido López, Prilidiano Pueyrredón, Benjamín F. Rawson, Ignacio Manzoni, Jean León Pallière, Carlos Durand, Waldemar Carlsen, Baldassare Verazzi, Francesco Aguero y Luigi Novarese, provenientes del Museo Histórico Nacional, Palacio San José, Complejo Museográfico Enrique Udaondo, Museo Mitre, Asociación Italiana Unione e Benevolenza y colecciones particulares.
En el espacio destinado a la fotografía, en el 2º piso, se exhibe "Ayerza – Witcomb – Paillet: Orígenes de la fotografía en la Argentina", curada por Sara Facio. Se exhiben fotografías de la Colección Fotográfica del MNBA y de las colecciones privadas de Claudia Lechner de Griffin y Sara Facio.

Fueron dos personalidades de la historia argentina quienes hablaron y escribieron por primera vez en nuestro país sobre la fotografía: Mariquita Sánchez de Thompson y Florencio Varela. Es gracias a ellos que, a partir de 1840, en la Gran Aldea sólo se hablaba de daguerrotipos. Fue una moda. No es extraño que, diez años más tarde, hubiera varios estudios profesionales dedicados al daguerrotipo. Para cuando cambió el soporte y comenzó a utilizarse el papel, los estudios se multiplicaron.
Esta muestra exhibe una selección de fotografías de los más famosos profesionales de esa la época: Cristiano Junior, Bartolomé Loudet y Meeks y Kelsey, entre otros.
No podían faltar los retratos del Estudio Witcomb. Sus fotografías marcaron una época, un estilo y son parte de la memoria histórica de nuestro país. Inaugurado en 1880, el estudio permaneció activo hasta 1970. Por sus galerías de tomas pasaron todos los presidentes argentinos de aquellos años.
Entre los fotógrafos independientes, se exhiben las obras originales de Francisco Ayerza, integrante de la Sociedad Fotográfica Argentina de Aficionados creada en 1889. Entrando en el siglo XX encontramos la fotografía humanista de Fernando Paillet.
Ayerza , Witcomb y Paillet fueron partícipes de los orígenes de la fotografía argentina. Esa nueva forma de expresión que, como ninguna otra, da testimonio de las costumbres y sucesos de una sociedad.

Todas las muestras continúan hasta el 20 de abril, excepto "Las armas de la Pintura", que sigue hasta el 1 de junio.