Del 15 de marzo al 15 de mayo, se puede visitar en la Casa Victoria Ocampo del Fondo Nacional de las Artes la muestra "Antológica 1956-1997", que revisa y revaloriza la producción de la artista plástica argentina Josefina Robirosa.

Casanegra comenta que Robirosa llegó a la escena artística de Buenos Aires en el período de difusión del arte abstracto en Buenos Aires. Recuerda que, a mediados de los años 50, la artista recibió el llamado del marchand Alfredo Bonino para invitarla a exponer junto a Domingo Bucci y Jorge de la Vega.
En esa época, Robirosa “practicaba una abstracción cálida, en oposición a la fría geometría; de expresión espontánea, inmediata, en un tono contenido y sutil”, según Casanegra. “Utilizaba finas líneas, que disponía, a menudo, en círculos y de manera rítmica. Trazaba espirales siderales con energías restallantes, que plasmó en témperas, dibujos y monocopias”, agrega. De fines de esa época datan las primeras manifestaciones de su interés por la energía invisible que atraviesa a las personas, a otros seres animados, al universo, a las máquinas imaginarias.
Hacia mediados de la década de 70, la obra de Robirosa transitó hacia una abstracción figurativa que caracterizó a la futura serie nombrada como “de los bosques”, iniciada en 1978. “He roto las barreras que aprisionaban a mis figuras”, dijo en el momento del cambio.
Este encuentro con la naturaleza, así como otras obras que refieren a otros momentos de su obra, pueden verse hasta el 15 de mayo, de martes a domingos de 12 a 20 horas, con entrada libre y gratuita, en la Casa Victoria Ocampo, Rufino de Elizalde 2831, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.