Del 15 de marzo al 15 de mayo, se puede visitar en la Casa Victoria Ocampo del Fondo Nacional de las Artes la muestra "Antológica 1956-1997", que revisa y revaloriza la producción de la artista plástica argentina Josefina Robirosa.
Con la curaduría de Mercedes Casanegra, la exposición recorre las obras más importantes de Robirosa. Desde sus inicios en la pintura, Josefina fue una personalidad del
mundo del arte. Como Victoria Ocampo, se destacó cuando las mujeres
reconocidas en su medio no abundaban. Y también como la escritora,
Josefina tuvo un rol esencial en la historia del FNA. En la década del
90, y durante ocho años, formó parte del directorio de la entidad. En
2016, el FNA la distinguió con el Premio a la Trayectoria Artística en
la disciplina de Artes Visuales.
Casanegra comenta que Robirosa llegó a la escena artística de Buenos Aires en el período de difusión del arte abstracto en Buenos Aires. Recuerda que, a mediados de los años 50, la artista recibió el llamado del marchand Alfredo Bonino para invitarla a exponer junto a Domingo Bucci y Jorge de la Vega.
Casanegra comenta que Robirosa llegó a la escena artística de Buenos Aires en el período de difusión del arte abstracto en Buenos Aires. Recuerda que, a mediados de los años 50, la artista recibió el llamado del marchand Alfredo Bonino para invitarla a exponer junto a Domingo Bucci y Jorge de la Vega.
En esa época, Robirosa “practicaba una abstracción cálida, en oposición a la fría geometría; de expresión espontánea, inmediata, en un tono contenido y sutil”, según Casanegra. “Utilizaba finas líneas, que disponía, a menudo, en círculos y de manera rítmica. Trazaba espirales siderales con energías restallantes, que plasmó en témperas, dibujos y monocopias”, agrega. De fines de esa época datan las primeras manifestaciones de su interés por la energía invisible que atraviesa a las personas, a otros seres animados, al universo, a las máquinas imaginarias.
Hacia mediados de la década de 70, la obra de Robirosa transitó hacia una abstracción figurativa que caracterizó a la futura serie nombrada como “de los bosques”, iniciada en 1978. “He roto las barreras que aprisionaban a mis figuras”, dijo en el momento del cambio.
Este encuentro con la naturaleza, así como otras obras que refieren a otros momentos de su obra, pueden verse hasta el 15 de mayo, de martes a domingos de 12 a 20 horas, con entrada libre y gratuita, en la Casa Victoria Ocampo, Rufino de Elizalde 2831, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.