Hernán Salvo presenta en las salitas del espacio de arte de la Fundación OSDE la intervención "Ilusión sostenida". La forma oval de la primera sala y la órbita elíptica de la Tierra alrededor del Sol subyacen en esta obra.
La representación y la observación son el eje principal en la obra de Salvo. Tomando como punto de partida algunas nociones provenientes de la "geometría sagrada", la idea del espacio, el tiempo, el sonido y las formas son tratados aquí como elementos que interactúan y responden a una frecuencia energética que ordena las formas del universo.
Los cuerpos geométricos ubicados en los nichos presentan también un aspecto interior en donde la materialidad se trastoca en una composición lumínica.
En la sala segunda, una caja de grandes dimensiones propone la recreación en escala del espacio físico, exigiendo del espectador una actitud de observación capaz de problematizar la distinción entre el interior y el exterior.
Hernána Salvo nació en Buenos Aires en1976. Egresó de la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón como profesor nacional de escultura en 2002. En 2011 realizó un curso de postgrado en dibujo, dictado por Eduardo Stupía. En 2006 obtuvo el subsidio Línea Creadores del Fondo de Cultura BA. En 2016 participó del Programa de Artistas Contemporáneos (PAC).
Por unos años se especializó en dibujo y obtuvo menciones en el Salón de Artes Plásticas Manuel Belgrano (2005), en el Premio Fundación Williams de Arte Joven (2010) y en el Salón Nacional de Artes Visuales (2011). En 2013 es distinguido con una mención en la Bienal Nacional de Pintura “Premio Ciudad de Rafaela”. Participa regularmente de exposiciones individuales y colectivas. Su obra forma parte de diferentes colecciones privadas.
La representación y la observación son el eje principal en la obra de Salvo. Tomando como punto de partida algunas nociones provenientes de la "geometría sagrada", la idea del espacio, el tiempo, el sonido y las formas son tratados aquí como elementos que interactúan y responden a una frecuencia energética que ordena las formas del universo.
Los cuerpos geométricos ubicados en los nichos presentan también un aspecto interior en donde la materialidad se trastoca en una composición lumínica.
En la sala segunda, una caja de grandes dimensiones propone la recreación en escala del espacio físico, exigiendo del espectador una actitud de observación capaz de problematizar la distinción entre el interior y el exterior.
Hernána Salvo nació en Buenos Aires en1976. Egresó de la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón como profesor nacional de escultura en 2002. En 2011 realizó un curso de postgrado en dibujo, dictado por Eduardo Stupía. En 2006 obtuvo el subsidio Línea Creadores del Fondo de Cultura BA. En 2016 participó del Programa de Artistas Contemporáneos (PAC).
Por unos años se especializó en dibujo y obtuvo menciones en el Salón de Artes Plásticas Manuel Belgrano (2005), en el Premio Fundación Williams de Arte Joven (2010) y en el Salón Nacional de Artes Visuales (2011). En 2013 es distinguido con una mención en la Bienal Nacional de Pintura “Premio Ciudad de Rafaela”. Participa regularmente de exposiciones individuales y colectivas. Su obra forma parte de diferentes colecciones privadas.
Mientras, Andrés Pasinovich realizó en la vidriera de dicho espacio la intervención "Sabotaje".
Una pared terrosa cancela la vidriera y frena el andar cotidiano, no es una metáfora geológica ni ecológica, es solo una mole de tierra que llama la atención.
El sabotaje se completa con la operación que el artista realiza en la hoja informativa de la intervención donde aplica el mismo procedimiento: construye una pared de texto que demanda especial atención para poder leerla.
En palabras del artista: "En realidad lo único que me importa es esta pared de texto y esa pared de tierra, algo contra lo que chocar, para empezar a oír y a ver y a oler, un relámpago que nos alcance y nos electrocute y nos saque el miedo, y en ese momento pasar la lengua por los labios, relamernos de verdad, una vez, al fin."
Una pared terrosa cancela la vidriera y frena el andar cotidiano, no es una metáfora geológica ni ecológica, es solo una mole de tierra que llama la atención.
El sabotaje se completa con la operación que el artista realiza en la hoja informativa de la intervención donde aplica el mismo procedimiento: construye una pared de texto que demanda especial atención para poder leerla.
En palabras del artista: "En realidad lo único que me importa es esta pared de texto y esa pared de tierra, algo contra lo que chocar, para empezar a oír y a ver y a oler, un relámpago que nos alcance y nos electrocute y nos saque el miedo, y en ese momento pasar la lengua por los labios, relamernos de verdad, una vez, al fin."
Andrés Pasinovich nació en Buenos Aires en 1978. Se formó en los talleres de Eduardo Médici y Marina De Caro, en la clínica de análisis de obra de Ana Gallardo, y en CIA (Centro de Investigaciones Artísticas). En 2016 obtuvo las becas Bicentenario FNA y Oxenford. Recibió también, durante tres años consecutivos, el subsidio Mecenazgo Cultural (2014-2016) y el del Fondo Metropolitano en 2013. Fue seleccionado para la residencia Shigaraki SCCP en Japón para 2017. Realizó las exposiciones individuales en 2008, 2011 y 2016, Participó de varias muestras colectivas tanto en Argentina como en el exterior. Además de su obra en solitario, realiza proyectos en colaboración con otros artistas. Creó y co-dirige con Lucila Gradín el programa pedagógico para artistas Marabunta. Vive y trabaja en Buenos Aires.
Ambas intervenciones permanecerán hasta el 22 de julio de 2017 y se pueden visitar en Suipacha 658, Buenos Aires, Argentina.