12 de agosto de 2010

"Habitantes" en Objeto a

La muestra que se está exhibiendo durante el mes de agosto en la galeria Objeto A, está integrada por tres artistas, un concepto "Habitantes". Juan Miceli, Vanina Prajs y Melisa Scisciani conforman la tercera edición del ciclo A, presentando una mirada integradora al arte contemporáneo.
"Habitantes...
Anidan pacientes en sueños profundos, se disfrazan con extraños ropajes, se esconden con otros rostros, surgen nuevos, diferentes…eternamente iguales, no saben de tiempos y espacios, están siempre allí, esperando…apareciendo en despertares brumosos, susurrando palabras a descifrar, misterios a develar.
Son ellos, habitantes de nuestros sueños y fantasías, de nuestros miedos, anhelos, recuerdos, deseos…fantasmas que nos habitan.
Escapándose sigilosos se filtran entre formas y colores, entre líneas y texturas, en las obras de estos tres artistas."
En la obra de Vanina Prajs sus “árvores” son el espacio donde los habitantes, desde el silencio de sus gestos y miradas, nos hablan de los orígenes, el pasado, lo místico, donde palabras, letras, signos… cierran la metáfora atemporal que los sitúa hoy frente a nosotros.
“Personajes antiguos, medievales...Imaginario de artistas del siglo XII, invitados a respirar en nuestro tiempo, a renacer en obras actuales. Homenajeados por su belleza ingenua, su rusticidad, su simpleza, su pregnancia. Contrapunto de lo maquinal-tecnológico, alegoría de lo manual-artesanal. Tesoros, perlas exóticas que sólo se descubren buceando en un pasado de manuscritos iluminados, pergaminos, libros de horas o frisos de catedrales.” Vanina Prajs
También el árbol es el espacio que Melisa Sisciani elige para albergar a sus habitantes.
Cálidos, frágiles, de una ternura casi naif, nos remiten a nuestros anhelos y deseos de niño que siempre están allí, guardados en lo más profundo, nutriente de todo deseo…
"El árbol como nido. El nido como casa. Espacio habitado, ocupado. Lugar que guarda refugia y repara.
El árbol surge como recorte de la naturaleza, como continente de flores, frutos, sueños, recuerdos...entonces aparece el "habitante", aparece con el anhelo de la casa paterna, lugar donde se puede vivir, estar, partir, volver
Desde los sueños de Miceli extraños seres, hombres-peces de cuerpos traslúcidos, surgen suspendidos en un mar de ramas, hojas, aire, hablando de historias esenciales a ser redescubiertas.
“En nuestras primeras charlas, cuando comencé a seleccionar las obras que integrarían esta muestra, Miceli me hizo saber que había tenido sueños erráticos, en ellos se le aparecía su monstruo quintaesencial, la Cabra implacable: su cola se estrellaba en los mares de Java, sus cuernos perforaban las nubes-Krakatoa. La Criatura no le decía nada, pero lo miraba fijamente mientras el viento soplaba como su aliado fantasmagórico.
Así invadió sus sueños con imágenes de hombres con cabeza de ciervo y tentáculos que fecundaban mariner@s al simple contacto y parían -al instante- toda clase de hijos, muy diferentes entre sí y, sin embargo, hermanos.
Abrumado por el despliegue de probabilidades, Miceli le preguntó seriamente al monstruo qué camino debía elegir. - AquariUm – dijo Cabra y asoló la región.” - Obing Despeuse, curator Juan Miceli