El Centro Cultural Recoleta inauguró la muestra retrospectiva "Enio Iommi. El Filo del espacio. Obras 1945-2009", con la curaduría de Elena Oliveras -titular de la cátedra de Estética de la UBA y crítica de arte- y María José Herrera -jefe de investigación y curaduría del MNBA y presidente de la Asociación de críticos-, con la colaboración de un equipo de investigadores.
Al ingresar en los trabajos de Iommi el espectador sentirá la atracción de recorrer un laberinto con senderos imprevisibles. Pensamos no ya en un lector pasivo, contemplativo, sino en un lector atento y desprejuiciado, dispuesto a repensar el arte y el mundo a través de una obra que, justamente, tiene el efecto de sacudirlo del letargo habitual. Difícilmente se saldrá de ella igual a como uno era". fragmento de texto de las curadoras María José Herrera y Elena Oliveras.
Iommi nació en Rosario en 1926, su padre fue escultor y también su hermano Claudio Girola.
En los primeros años fue parte del grupo fundador de la Asociación Arte Concreto Invención, primera vanguardia de arte abstracto en la Argentina.
En la década del setenta sus trabajos se concentran en la expresividad de los materiales. Su obra es reformulada y replanteada para dar lugar nuevos contenidos en sintonía con el momento político particular que vivía el país, dando una imagen de fuerte contenido dramático y crítico.
De la escultura concreta, a las variaciones barrocas de la geometría y los adoquines maniatados, Enio Iommi continuó en una visión crítica que lo condujo a las actuales instalaciones en las que conviven objetos y textos.
La exposición plantea un recorrido por sus distintas épocas, focalizando en su innovación más radical en 1976 con la utilización de adoquines como parte de sus trabajos. Más de sesenta obras serán exhibidas en esta retrospectiva: entre ellas la primer escultura concreta de 1945 y su vasta producción posterior hasta la actualidad perteneciente a colecciones particulares, museos argentinos y a la colección del artista.
"…las piezas seleccionadas demuestran que, más allá de los cambios, Iommi nunca dejó de ser escultor, es decir que nunca –utilizando todo tipo de materiales, tanto nobles, en los comienzos, como pobres, de descarte o kitsch– dejó de sentir el espacio como forma; aspecto no menor de la genialidad del artista.Al ingresar en los trabajos de Iommi el espectador sentirá la atracción de recorrer un laberinto con senderos imprevisibles. Pensamos no ya en un lector pasivo, contemplativo, sino en un lector atento y desprejuiciado, dispuesto a repensar el arte y el mundo a través de una obra que, justamente, tiene el efecto de sacudirlo del letargo habitual. Difícilmente se saldrá de ella igual a como uno era". fragmento de texto de las curadoras María José Herrera y Elena Oliveras.
Iommi nació en Rosario en 1926, su padre fue escultor y también su hermano Claudio Girola.
En los primeros años fue parte del grupo fundador de la Asociación Arte Concreto Invención, primera vanguardia de arte abstracto en la Argentina.
En la década del setenta sus trabajos se concentran en la expresividad de los materiales. Su obra es reformulada y replanteada para dar lugar nuevos contenidos en sintonía con el momento político particular que vivía el país, dando una imagen de fuerte contenido dramático y crítico.
De la escultura concreta, a las variaciones barrocas de la geometría y los adoquines maniatados, Enio Iommi continuó en una visión crítica que lo condujo a las actuales instalaciones en las que conviven objetos y textos.
La ley del embudo siempre es latente, 2000
Objetos ensamblados y madera
40 x 33 x 70
Colección del artista
La muestra se puede visitar hasta el domingo 29 de agosto en la sala Cronopios del Centro Cultural Recoleta, Junín 1930, Ciudad de Buenos Aires.Objetos ensamblados y madera
40 x 33 x 70
Colección del artista