
Consiste en un gran manto de papel que se impone suspendido en el foyer de la Usina. Esta muestra se da en el marco de una programación anual que tiene el foco en el papel de la mujer como hacedora del arte y contenidos que concientizan sobre el medio ambiente y la sustentabilidad.
La obra fue realizada con 400 kg de papel desplegado desde el techo, que una vez finalizada la exposición, se reciclará y reutilizará en un 90%. El papel es un material básico de la formación de grabadora de la artista, que lo utiliza para construir esta trama de guirnaldas que sumergen al espectador en sensaciones ambiguas.
Pilar Altilio, curadora de la muestra, explica: “Como un enorme manto monocromo que pende desde un lugar fijo, la obra de Andrea se asemeja a aquella piel que señala un resto del mundo animal. Contiene la misma analogía que presenta el devenir de la vida como un tránsito que no se interrumpe ni se abandona y se transforma a pesar de su degradación”.
Pilar Altilio, curadora de la muestra, explica: “Como un enorme manto monocromo que pende desde un lugar fijo, la obra de Andrea se asemeja a aquella piel que señala un resto del mundo animal. Contiene la misma analogía que presenta el devenir de la vida como un tránsito que no se interrumpe ni se abandona y se transforma a pesar de su degradación”.

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Por otro lado, la entrada del auditorio y de la sala de cámara de la Usina del Arte fueron intervenidas por los murales “La Ilusión”, de Leila Tschopp y “Polifonía en cuatro colores”, de Mariano Ferrante, conformando el proyecto “Ensamble”, coordinado por Santiago Bengolea, que invita al público a ser partícipe de la interpretación de las obras y dejarse sumergir en ellas.
Con estos murales, ambos artistas invitan al espectador a cuestionar lo que ve y a tomar conciencia de los múltiples puntos de vista que ofrece cada obra. El proyecto comenzó en el año 2015 con intervenciones murales de Diego Mur y Luis Rodríguez.
Con estos murales, ambos artistas invitan al espectador a cuestionar lo que ve y a tomar conciencia de los múltiples puntos de vista que ofrece cada obra. El proyecto comenzó en el año 2015 con intervenciones murales de Diego Mur y Luis Rodríguez.

Con una combinación de elementos de diferentes paisajes de Lino Enea Spilimbergo, el espacio es estudiado detenidamente con el propósito de cuestionarlo, distorsionar sus coordenadas, violar sus límites e involucrar la experiencia del visitante para inquietarlo. Así, cada espectador debe reconstruir la imagen por fragmentos simultáneos de acuerdo al punto de vista en el que la observe.


A medida que el espectador se acerca y hace foco, irá descubriendo los colores originales. Lo que cada uno ve depende de dónde se ubique y la velocidad a la que se mueve, ofreciendo posibilidades de reflexión sobre el color, el tiempo y el espacio.
La intervención forma parte de la serie de obras en la que Ferrante trabaja actualmente, llamada “Monocromos”. Es una investigación que toma como punto de partida el análisis de la propuesta pictórica del puntillismo, desde su aparición en Europa a fines del siglo XIX, explorando sus posibilidades y alternativas.

Ambas muestras se pueden visitar de martes a jueves de 14 a 19 hs. y viernes, sábados, domingos y feriados de 10 a 21 hs. en la Usina del Arte, Agustin R. Caffarena 1, Buenos Aires.