La artista Rosario Briones, expone su obra en la sala 11 del Centro Cultural Recoleta, "Entre la memoria y la imaginación" hasta el 10 de julio inclusive. Es el resultado del trabajo de estos últimos años y su primera muestra individual.
“Qué fácil es a veces borrar el umbral entre memoria e imaginación, sabemos que los recuerdos se magnifican o se esfuman, pero nadie conoce el mecanismo de la memoria.
La serie de pinturas de Rosario Briones nos pone frente a esta cuestión. Nuestra artista es una mujer que indaga el alma femenina; en gran parte de sus obras no hay más que figuras de mujeres, especialmente niñas, como si se remontara a su propio pasado o si imaginara la vida de otra. Cada uno de sus cuadros funciona de manera autónoma, pero a la vez son parientes de una gran familia” comenta el crítico Julio Sánchez.
La serie de pinturas de Rosario Briones nos pone frente a esta cuestión. Nuestra artista es una mujer que indaga el alma femenina; en gran parte de sus obras no hay más que figuras de mujeres, especialmente niñas, como si se remontara a su propio pasado o si imaginara la vida de otra. Cada uno de sus cuadros funciona de manera autónoma, pero a la vez son parientes de una gran familia” comenta el crítico Julio Sánchez.
Esta muestra compuesta por una colección de 10 cuadros realizados sobre diversos soportes como telas de tapicería con algunos materiales asociados a lo estrictamente femenino, se mantienen siempre dentro de los límites de la pintura.
Se podría decir que la esencia de su trabajo parte de la estética de lo femenino. Pero a diferencia de los retratos, en este caso lo que habla es el cuerpo. Son escenas donde la mujer es protagonista de distintas situaciones o emociones universales que la marcan de una manera única, la conciencia de su sensualidad, la pasión, el drama y el suspenso.
Lo atemporal, los sueños o recuerdos del pasado y cierta narrativa están cargados de dramatismo y subjetividad, constituyendo su interés pictórico.
Se podría decir que la esencia de su trabajo parte de la estética de lo femenino. Pero a diferencia de los retratos, en este caso lo que habla es el cuerpo. Son escenas donde la mujer es protagonista de distintas situaciones o emociones universales que la marcan de una manera única, la conciencia de su sensualidad, la pasión, el drama y el suspenso.
Lo atemporal, los sueños o recuerdos del pasado y cierta narrativa están cargados de dramatismo y subjetividad, constituyendo su interés pictórico.