La obra de Lewis Hine se presenta como un espacio ideal para analizar las diferentes implicaciones (éticas, políticas y artísticas) que convergen en la práctica fotográfíca.
La fotografía social documental estaba apenas en sus inicios a principios del siglo XX; el trabajo de Hine logró darle un impulso fundamental, influyendo de manera directa en lo que será el movimiento del documentalismo fotográfico de los Estados Unidos de las décadas posteriores. Sin embargo el autor consideraba que el carácter testimonial y probatorio de la imagen analógica no iba en detrimento de su valor estético.
Hine entendió a la cámara fotográfica como un instrumento al servicio de la investigación y la educación, como un medio de comunicación masivo y, a la vez, como una herramienta capaz de producir imágenes de una gran belleza formal y compositiva. Su obra presenta una alternativa de compromiso frente al esteticismo de los pioneros de la fotografía. Sus estudios sobre las condiciones de las clases bajas y marginales, el mundo del trabajo infantil y la llegada de los inmigrantes a los Estados Unidos recogen todos estos aspectos.
Hine entendió a la cámara fotográfica como un instrumento al servicio de la investigación y la educación, como un medio de comunicación masivo y, a la vez, como una herramienta capaz de producir imágenes de una gran belleza formal y compositiva. Su obra presenta una alternativa de compromiso frente al esteticismo de los pioneros de la fotografía. Sus estudios sobre las condiciones de las clases bajas y marginales, el mundo del trabajo infantil y la llegada de los inmigrantes a los Estados Unidos recogen todos estos aspectos.
En los años 20 inició una serie de fotografías tituladas "retratos de trabajo" (work portraits). En ellas tomaba juntos al obrero y su máquina creando una especie de homenaje a la contribución que el hombre hace, mediante su esfuerzo, a la industria moderna. Hine estaba convencido de que el progreso industrial era el resultado de la asociación, casi simbólica, entre el hombre y la máquina.
Entre 1929 y 1931 (plena época de la Gran Depresión) documentó la construcción del Empire State, no de los rascacielos más conocidos y emblemáticos de Nueva York, En 1932 salió a la luz Men at Work (Hombres en el trabajo) la colección de imágenes en las que quedó plasmada la tarea de los trabajadores creando un testimonio visual que se convertirá en un hito de la fotografía mundial.
Entre 1929 y 1931 (plena época de la Gran Depresión) documentó la construcción del Empire State, no de los rascacielos más conocidos y emblemáticos de Nueva York, En 1932 salió a la luz Men at Work (Hombres en el trabajo) la colección de imágenes en las que quedó plasmada la tarea de los trabajadores creando un testimonio visual que se convertirá en un hito de la fotografía mundial.

La exposición “Lewis Hine, la fotografía como crítica social” se puede visitar de lunes a sábados de 10 a 21 hs. y domingos y feriados de 12 a 21 hs. en la sala 21 del Centro Cultural Borges | Viamonte 525, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.