El jueves 17 de mayo a las 19 horas, el espacio de arte de la Fundación OSDE
inaugura, en su sala central, la exposición "En defensa propia. Enrique Ježik". Simultáneamente se presenta en las salitas la intervención: "ritmos
y variaciones sobre un tema" de Cecilia Ivanchevich; "Teatro", la segunda intervención en la vidriera de Paula Otegui y Eugenia Streb presenta "Concubinas" en el ascensor.
Luego de más de dos décadas viviendo en México, el artista vuelve a Buenos Aires
para presentar lo que será su primera gran exposición individual en territorio
argentino, desde su partida.
Ex integrante del Grupo de la X, colectivo artístico argentino que funcionó entre 1986 y 1987, junto a Pablo Siquier, Ana Gallardo, Ernesto Ballesteros, Jorge Macchi, Carolina Antoniadis y María Causa, entre otros; la obra de Enrique Ježik fue mutando desde la escultura de corte primitivista, para luego, en palabras de Cuauthémoc Medina devenir en "un complejo ciclo de trabajos que giran en torno a varias modalidades del empleo y visibilidad de la fuerza y su instrumental, como signos y factores de la historia contemporánea".
"En defensa propia", retoma el título de una obra realizada en 1996, en la que huesos humanos se presentaban en una caja de cristal protegidos por un alambrado, aludiendo a las guerras sucias y las aberraciones cometidas contra los ciudadanos por los regímenes en América Latina y otras regiones.
Hoy, bajo ese mismo título, una serie de obras producidas entre 2001 y 2018,
forman parte de esta exposición, como establece la curadora, María Teresa
Constantin: "Un territorio donde prácticas performáticas, videos, instalaciones,
fotografías y sonidoson atravesados por un fleje que conduce la disputa entre
territorios de poder, dominación, violencia, resistencia y destrucción. Así, la
brutalidad del gesto resuena en la institución en los sonidos que se prolongan en la
sala."
Ex integrante del Grupo de la X, colectivo artístico argentino que funcionó entre 1986 y 1987, junto a Pablo Siquier, Ana Gallardo, Ernesto Ballesteros, Jorge Macchi, Carolina Antoniadis y María Causa, entre otros; la obra de Enrique Ježik fue mutando desde la escultura de corte primitivista, para luego, en palabras de Cuauthémoc Medina devenir en "un complejo ciclo de trabajos que giran en torno a varias modalidades del empleo y visibilidad de la fuerza y su instrumental, como signos y factores de la historia contemporánea".
"En defensa propia", retoma el título de una obra realizada en 1996, en la que huesos humanos se presentaban en una caja de cristal protegidos por un alambrado, aludiendo a las guerras sucias y las aberraciones cometidas contra los ciudadanos por los regímenes en América Latina y otras regiones.
Conformada por doce obras que giran en torno al concepto de violencia, las mismas
se ocupan de hacer visible la vigilancia en los medios de comunicación, la utilización
de maquinaria de construcción para consumar acciones de destrucción,y la
presencia de golpes, disparos y martillazos, que resuenan en el espacio que
"persistentes, repetidos incansablemente, ejercen ellos también un acto de
violencia" como declara la curadora.
Por último, Ježik realizará una obra especialmente para esta ocasión: una instalación en la que las palabras se transforman en una declaración política, tanto por sus dichos, como por su materialidad escultórica.
Actividades en relación a la muestra:
La intervención "ritmos
y variaciones sobre un tema" de Cecilia Ivanchevich parte de una base rítmica, una cualidad común entre el dibujo y la
música. Sobre la arquitectura de dos salas, casi a oscuras, líneas, puntos, planos
reflejan una luminosidad blanca, fluorescente. Los elementos gráficos acentúan
distintos rincones del espacio o los apagan; complementan esas líneas
arquitectónicas o entran en tensión con ellas y las redibujan, proponiendo, así, un
espacio nuevo. Al seguir las direcciones y señalamientos del dibujo, el espectador
pasa a formar parte de la obra a través de sus propios reflejos fluorescentes -en la ropa, en el cuerpo-.
Por último, Ježik realizará una obra especialmente para esta ocasión: una instalación en la que las palabras se transforman en una declaración política, tanto por sus dichos, como por su materialidad escultórica.
Viernes 18 de mayo a las 18 hs: encuentro con el artista. Enrique Ježik recorre la exposición junto al público.
Jueves 14 de junio a las 18 hs: visita guiada. Eduardo Gruner, en diálogo con María Teresa Constantin, se detiene en algunas problemáticas de la obra de Enrique Ježik.
Viernes 6 de julio a las 19hs: dos miradas sobre la obra de Enrique Ježik. Participan: Gabriela Golder y Viviana Usubiaga, coordina: María Teresa Constantin.
Jueves 14 de junio a las 18 hs: visita guiada. Eduardo Gruner, en diálogo con María Teresa Constantin, se detiene en algunas problemáticas de la obra de Enrique Ježik.
Viernes 6 de julio a las 19hs: dos miradas sobre la obra de Enrique Ježik. Participan: Gabriela Golder y Viviana Usubiaga, coordina: María Teresa Constantin.
Dice Ivanchevich: “(...) pasa a ser otro elemento móvil en
la composición. En sus recorridos, tal vez imprevisibles, siempre variables, los visitantes aportan un componente de improvisación que, como en el jazz, genera
versiones y variaciones sobre el tema".
"Teatro" es la segunda intervención en la vidriera, a cargo de Paula Otegui, para el espacio de arte de la Fundación OSDE.
La artista genera a través de una estructura fragmentada de tres módulos de papel, una superposición de capas visuales en una exploración que conecta estructura, color y espacio. A modo de un gran telón extendido, se crea un ámbito escénico por medio de paños intervenidos con pintura acrílica, lápiz carbón y pastel tiza y al óleo, sobre los que se superponen imágenes que generan un itinerario de pequeñas escenas entrelazadas.
En esta propuesta la expresión pictórica transita un lenguaje fronterizo que sale de la bidimensión desestabilizando su propia esencia. La organización de una estructura en base a opuestos, figura-fondo y bidimensión-tridimensión, genera tensiones, contraposiciones y conflictos que predisponen al espectador a formular un juicio y una propia interpretación de esas formas dialécticas.
La intervención de Eugenia Streb en el ascensor es la nueva propuesta que acoge
este pequeño ámbito, el cual conserva
las características originales desde que fue emplazado en el siglo pasado.
La artista concibió su obra como un lugar de encierro inmóvil en el que se estimula la expectativa a entrar. Es allí donde los materiales, con sus colores y texturas, atrapan la atención desde el fondo oscuro de la cabina. Las mórbidas telas empleadas se convierten en pétalos que se abren como labios y que transforman la emoción en un mensaje íntimo y callado. En ese preciso instante es cuando se percibe la sensualidad de las concubinas entre materiales y formas.
Presencia, invitación y juego es la propuesta de esta obra que apela tanto a lo sensorial como a lo ornamental.
Todas las muestras se pueden visitar hasta el 21 de julio de 2018, con entrada libre y gratuita, de lunes a sábado de 12 a 20 hs. en Suipacha 658, primer piso, Buenos Aires, Argentina. Domingos y feriados cerrado.
En esta propuesta la expresión pictórica transita un lenguaje fronterizo que sale de la bidimensión desestabilizando su propia esencia. La organización de una estructura en base a opuestos, figura-fondo y bidimensión-tridimensión, genera tensiones, contraposiciones y conflictos que predisponen al espectador a formular un juicio y una propia interpretación de esas formas dialécticas.
La artista concibió su obra como un lugar de encierro inmóvil en el que se estimula la expectativa a entrar. Es allí donde los materiales, con sus colores y texturas, atrapan la atención desde el fondo oscuro de la cabina. Las mórbidas telas empleadas se convierten en pétalos que se abren como labios y que transforman la emoción en un mensaje íntimo y callado. En ese preciso instante es cuando se percibe la sensualidad de las concubinas entre materiales y formas.
Presencia, invitación y juego es la propuesta de esta obra que apela tanto a lo sensorial como a lo ornamental.
Todas las muestras se pueden visitar hasta el 21 de julio de 2018, con entrada libre y gratuita, de lunes a sábado de 12 a 20 hs. en Suipacha 658, primer piso, Buenos Aires, Argentina. Domingos y feriados cerrado.