El Museo de Arte Moderno de Buenos Aires tiene la alegría de celebrar los cien años de la artista argentina Ides Kihlen con la inauguración de su exposición "Ides Kihlen: Todo el
siglo es carnaval".
La exposición, organizada por el equipo curatorial del museo, ocupa la Sala de Proyectos Especiales ubicada en el primer piso. La misma se conforma a partir de obras de mediano y pequeño formato que fueron seleccionadas directamente del taller de la artista y que permanecen inéditas: son, en su gran mayoría, papeles íntimos que permiten un acercamiento al desarrollo creativo de Kihlen.
siglo es carnaval".
La exposición, organizada por el equipo curatorial del museo, ocupa la Sala de Proyectos Especiales ubicada en el primer piso. La misma se conforma a partir de obras de mediano y pequeño formato que fueron seleccionadas directamente del taller de la artista y que permanecen inéditas: son, en su gran mayoría, papeles íntimos que permiten un acercamiento al desarrollo creativo de Kihlen.
Kihlen nació en 1917 en la provincia de Santa Fe, Argentina, y vivió durante su infancia viajando entre las orillas del río Paraguay, en la localidad chaqueña de PuertoBermejo, y del Rio de la Plata, en la ciudad de Buenos Aires. Desde pequeña manifestó el interés por el arte que sostuvo durante toda su vida. Ese camino atravesó todo el siglo XX -sus pensamientos, corrientes artísticas y coyunturas- en la búsqueda de un lenguaje propio; en él, la música también ocupa un lugar central y es el motor simbólico que guía la distribución de ritmos y silencios.
A lo largo de su vida, Ides Kihlen ha reimaginado las posibilidades de la pintura. Desandó los códigos académicos aprendidos en la Escuela de Artes Decorativas de la Nación, donde estudió bajo la dirección de Pío Collivadino. Interesada por las búsquedas abstractas, entabló diálogo con Emilio Perotutti, Juan Batlle Planas y Kenneth Kemble, a cuyos talleres asistió en distintos momentos de su vida. Como Kandinsky, Paul Klee o Xul Solar, incorporó musicalidad y sonoridad a su obra. “Todo en Ides Kihlen es dinámico: las infinitas posibilidades de desarrollo sobre el plano, la soltura de sus composiciones y la inmediatez de su línea”, como se lee en texto curatorial de la exposición.
En la obra de Kihlen, los elementos de la abstracción lúdica se conjugan con guiños de figuración que remiten al imaginario de la infancia, el juego y la música: banderines de circo, payasos, lunas, soles, barcos y peces, realizados con líneas que se abren y que dan lugar a un juego en el que la artista resuelve detalles de la figura con recortes y lentejuelas. El juego no aparece solamente como objeto de representación, sino también como un proceso de trabajo intuitivo y experimental que, en sus obras, equivale a la innovación, a la exploración de límites y a la fusión de las artes. Como reconoce la artista, su interés radica específicamente el proceso creativo y en la acción misma del pintar.
Ides Kilhen combina ritmos de formas abstractas con un repertorio personal de figuras geométricas, números y notas musicales. La potencia de su trabajo se encuentra en ese diálogo constante consigo misma y en su incansable pero festiva labor a lo largo de todo un siglo.
Esta exposición, así como las que se exhiben en el resto de las salas del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, se pueden visitar de martes a viernes de 11 a 19 hs. y sábados, domingos y feriados de 11 a 20 hs. en Avenida San Juan 350, San Telmo, Buenos Aires, Argentina. Entrada general: $30. Martes: gratis.