6 de febrero de 2017

El Museo Nacional de Bellas Artes adquirió una obra del siglo XVII de Luca Giordano


El Museo Nacional de Bellas Artes adquirió, a fines de enero, en subasta de la casa Sotheby's de Nueva York, la obra "Isaac bendiciendo a su hijo Jacob", un dibujo realizado a mediados del siglo XVII por Luca Giordano (Italia, 1634-1705), uno de los máximos exponentes del barroco italiano.

La obra es un estudio en tiza roja sobre papel tonalizado de rojo, de 28,2 x 38,4 cm, y se considera una instancia preparatoria de la pintura "Presentación de Jacob a Isaac" de Giordano, que forma parte del acervo del MNBA y se exhibe en la sala 5, destinada al manierismo y el barroco.
“Esta adquisición es una gran noticia. Quiero agradecer especialmente al experto Ángel Navarro, curador de dibujo antiguo del Museo, quien realizó el hallazgo de la pieza en subasta y recomendó su compra, el apoyo del equipo de Investigación del Museo, y el interés y la veloz reacción de la Asociación Amigos del Bellas Artes. Gracias al esfuerzo y la voluntad compartida, hemos logrado que esta significativa pieza pase a  integrar nuestro patrimonio”, sostiene el director del Museo Nacional de Bellas Artes, Andrés Duprat.
El dibujo fue adquirido por U$D 6.875, que aportó la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes. “La incorporación de esta obra enriquece la colección de dibujos italianos que posee el Museo y, a la vez, permitirá investigar el proceso creativo del gran artista napolitano Luca Giordano”, explica Duprat.

Giordano fue un pintor prolífico y de cuidadosa elaboración en sus trabajos. Atento observador de la producción artística de su tiempo, fue discípulo de José de Ribera, a quien secundó en su taller y de quien tomó composiciones que supo recrear con maestría. Tal es el caso de las series sobre los apóstoles o algunas escenas bíblicas, como Presentación de Jacob a Isaac (117 x 191 cm, Museo Nacional de Bellas Artes), y que posiblemente se trate de una obra de juventud del artista, donde reinterpreta la tela Isaac y Jacob (Museo del Prado, Madrid), que realizó su maestro hacia 1637.

Siguiendo una práctica habitual de los pintores de su época, especialmente aquellos que se dedicaban a la pintura de historia que comprendía grandes hechos del pasado, la mitología y los temas religiosos, Giordano estudiaba sus obras partiendo de dibujos. En ellos, poco a poco, perfeccionaba su composición hasta llegar a aquella que llevaría a la tela. “Tal es el caso del dibujo Isaac bendiciendo a su hijo Jacob: realizado a la sanguina muestra su típica forma de delinear diferentes partes, enfatizando sombras o acentuando trazos para remarcar algún personaje. Este dibujo muestra clara relación con la pintura de nuestro Museo. Pareciera ser igual, pero hay ligeras variaciones que el artista introduce en el óleo, como sucede con los rasgos del joven Jacob y, sobre todo, en el viejo Isaac. En él se ha acentuado la delgadez, y con su cuerpo enjuto, se acerca más a las figuras del maestro Ribera”, detalla Ángel Navarro.

De la misma manera, el área de investigación y curaduría del museo destaca la importancia de la adquisición. “La sanguina ilustra un episodio del Génesis (27, 1-29) y nos acerca tanto al pensamiento del artista como al procedimiento utilizado para construir la imagen final que quedará plasmada en la pintura Presentación de Jacob a Isaac. Esta presenta pequeñas variaciones respecto de la escena y de los personajes del dibujo, que indican el desarrollo visual que el artista fue desplegando en las diversas versiones”, subraya el informe del equipo liderado por Florencia Galesio.