7 de octubre de 2022

Fundación Proa presenta “Laberintos”, una exhibición que relaciona las diversas prácticas artísticas desde el grabado hasta la tecnología contemporánea

 

Adriana Rosenberg junto a Cecilia Jaime y Mayra Zolezzi, las curadoras de la exhibición

Fundación Proa presenta la exhibición “Laberintos” que expone ejemplos de la historia, la literatura, el cine y las artes plásticas realizando un recorrido por sus salas organizadas en cuatro núcleos temáticos. 

El primero -a modo de introducción- con una video instalación 360º, muestra el origen del laberinto en el mito de Teseo y el Minotauro, posteriormente como símbolo religioso, más tarde -en el Renacimiento- en el interior del ser humano, hasta llegar a la contemporaneidad que se expande técnicamente al laberinto de la internet, considerado el más grande del mundo.

Laberinto de Jericó

El segundo núcleo, la ciudad como laberinto, exhibe grabados de la mítica Jericó presentes en manuscritos realizados por maestros escribas, pasando por las cárceles de Giovanni Battista Piranesi y llegando a obras de artistas contemporáneos con ciudades intrincadas, reales o imaginarias, como los planos de León Ferrari, las obras de Xul Solar o el molinete de Dan Graham.

Laberinto de Borges

El laberinto en la literatura y el cine es el tercer eje temático que presenta textos de Jorge Luis Borges, -Umberto Eco, Julio Cortazar y Manuel Mujica Lainez.
Los laberintos son sagrados y paganos, representan el camino de la perdición o el de la salvación y pueden provocar, como señala Borges en una entrevista, temor pero también esperanza; temor porque estamos perdidos, esperanza porque hay un centro, un plano, una arquitectura.

Completa la sala un homenaje al laberinto en el relato cinematográfico, realizado en Proa por Ananda Rigoni Aller, con una selección de películas que abarca desde “Metrópolis” de 1927 hasta “La isla siniestra” de 2010.

En la última sala se expone el laberinto en el cuerpo como deja entrever Antonella Bussanich en su video que comienza con el trazado de un laberinto en la arena, que remite al de la Catedral de Chartres, hasta transformarse en un cerebro humano, presente también en la obra de Yoan Capote o como en la instalación de Michelangelo Pistoletto, quien convierte al espectador en parte de la obra recorriendo su laberinto hasta finalmente encontrarse con el reflejo de uno mismo, cual Narciso en el agua.
La sala está acompañada por ilustraciones del laberinto del oído, la parte anatómica, además de la emocional, que concierne anuestra especie.

Javier Bilatz. Todos estamos, serie Estancia, 2010-2022-Instalación interactiva de video, software propio sobre CPU, pantalla y cámara
 
Cada una de estas propuestas está acompañada por textos de sala y actividades durante la exhibición que tienen como intención profundizar en los distintos significados, usos y adaptaciones del laberinto que le otorgan artistas nacionales e internacionales de todas las épocas, poniendo en evidencia el enigma que continúa suscitando.

Pablo Siquier. 0503, 2005, pintura acrílica sobre tela

Explica la directora de Fundación Proa, Adriana Rosenberg, que "las curadoras de la exhibición, Cecilia Jaime y Mayra Zolezzi,  entusiasmadas con la propuesta comenzaron a investigar y al confirmar que el laberinto estuvo presente en innumerables civilizaciones y culturas a lo largo del tiempo, propusieron la exhibición, cuyo resultado se ve en la exhibición desde la mano del arte. Conocemos el laberinto por la familiaridad con Borges y es a través de él que se abre el campo a muchas y diversas disciplinas y como Proa es una institución dedicada al arte, decidimos circunscribir la exposición al mundo artístico en todos sus lenguajes y exhibir las diversas prácticas artísticas, desde el grabado hasta la tecnología más contemporánea, como la sala envolvente de 360 grados".

 
La exposición se puede visitar hasta noviembre de 2022 en Av. Pedro de Mendoza 1929, La Boca, Caminito, Buenos Aires, Argentina.