"Las Horas". Pinturas de lo íntimo, lo cotidiano y lo onírico en la sala 1.
Curaduría y diseño de montaje: Carolina Cuervo y Víctor Florido.
Artistas: Francisca Amigo Heras, Inés Beninca, Violeta Campos Eliçabe, Carlos Cima, Guido Contrafatti, Micaela Gauna, Emilia Hendreich, Maxi Murad, Laura Ojeda Bär, Julieta Oro, Cristian Osuna, Rocío Perillo, Mayra vom Brocke.
Para esta exposición, Carolina Cuervo, perteneciente al equipo del Espacio de Arte de la Fundación OSDE, convo- có al pintor Víctor Florido para trabajar en la curaduría de la exposición que tendrá lugar en la sala I de la esquina de Arroyo y Esmeralda. A partir de la reunión de cincuenta pinturas de trece jóvenes artistas argentinos, la mues- tra propone un recorrido a través de tres momentos del día: la mañana, la tarde y la noche, que evocan distintos estados de ánimo.
Lo íntimo, lo cotidiano y lo onírico son los temas que predominan en esta selección de obras. En consonancia, la mañana con su luz diáfana propicia la proximidad con los objetos del universo de lo cotidiano, en pinturas —en su mayoría— de pequeño formato. Los colores y los matices de los cuadros de la tarde nos envuelven en una ligera calma que acompasa el recorrido hasta la caída la noche cuando invade la melancolía, aparecen notas angustian- tes, y el humor como contrapunto.
En abierto contraste con la inmediatez que caracteriza nuestra época, estas obras de carácter ciertamente atem- poral, exigen un detenimiento y una contemplación que nos sumergen en el “tiempo propio de la pintura”, tal como lo caracterizó el filósofo francés Gilles Deleuze. Y evidencian, además, las horas de trabajo que requiere un oficio manual y de proceso artesanal como es la práctica pictórica.
La obra se compone de 7 paños de 2 m de alto por 1 m de ancho, realizados con diversas técnicas textiles, grabado y costura de objetos. Cada paño tiene una disposición y color similar a los de la bandera de la diversidad, más el agregado del blanco en el centro. En cada color se desarrollan escenas en torno a la energía, la sanación, la vida, el fuego que corre por las venas, el espíritu y su capacidad de transmutación, la serenidad, la vida en comunión con la naturaleza y el nacimiento u origen.
A partir del acopio de objetos y materiales, el proceso creativo de la artista se convierte en un juego que abre un abanico de cualidades en donde el azar y el imprevisto enriquecen su producción.