Bárbara Diez, Mónica Millán, Karina El Azem, Daniel Maman, Nora Iniesta y Patricia Pacino. Gentileza de Maman Fine Art
Con la muestra “Manos a las obras: 10 artistas” Maman celebra los 20 años de la galería.
Curada por Patricia Pacino, la muestra propone un diálogo entre las obras de Alicia Penalba, Catalina Chervin, Nora Iniesta, Marcia Schvartz, Nushi Muntaabski, Karina El Azem, Mónica Van Asperen, Mónica Millán, Cynthia Cohen y Bárbara Diez.
Las esculturas de Alicia Penalba enmarcan la obra de Mónica Millán
Admirada por Henri Matisse quién dibujó su rostro con gran poder síntesis, amiga de Pablo Neruda quien le prologó una muestra en 1972, Alicia Penalba creó un vasto cuerpo de obra que va desde la pequeña hasta la gran escala. Fue una de las pocas mujeres de su época que se atrevió a realizar esculturas monumentales que hoy están expuestas en distintos espacios urbanos de Europa y Estados Unidos.
A la edad de 35 años, Alicia Penalba gana una beca y viaja a Paris. Allí comienza una nueva vida destruyendo su obra anterior para dedicarse de lleno a la abstracción en busca de un lenguaje propio. Desde allí su carrera la llevó a exponer en Alemania, Estados Unidos, Italia y Japón. Se mantuvo activa hasta su muerte ocurrida en 1982.
La artista trabajó con el bronce, la piedra, el yeso y también el acero inoxidable siendo la técnica del vaciado en bronce su preferida. A través de este material se puede percibir el carácter y la fuerza expresiva de la artista.
Marcia Schvartz. “Ojo de agua”, 1993, técnica mixta sobre tela |
Catalina Chervin. “Serie de las piedras, 2020, resina |
Chervin compone imágenes sutiles, complejas y poéticas. Su dibujo se elabora como un tejido donde se van enhebrando formas como cuerpos en una sucesión donde converge la luz y la sombra.
En sus últimos trabajos aparece el collage pero llevado a la gran escala. Para ello utiliza fragmentos de dibujos y grabados realizados anteriormente y luego los interviene con distintos materiales donde se destacan distintas tintas de color. Por último, la artista ha encontrado en la escultura otra forma de transformar el dibujo y llevarlo a la tercera dimensión. Sus esculturas en resina poliéster reflejan en su interior los trazos y la imaginería de su universo inconfundible.
Detrás: Mónica Millán. “El vuelo trémulo de las mariposas entre las flores quejumbrosas y las aterciopeladas hojas”, 2016; bordado, dibujo en carbonilla, cintas sobre tela.
Delante: Nushi Muntaabski. “Rueca”, 2012, mosaico veneciano sobre rueca
En la obra de Mónica Millán el dibujo anticipa la memoria y reconquista la tradición del tejido.
Primero surgen las líneas del lápiz o de la carbonilla, luego aparecen los colores en la superficie del bordado que se convierten en hojas, flores y mariposas. Millán combina telas teñidas, pequeños manteles, cintas de colores o el encaje ñandutí que tejieron otras manos. Desde 2002 la artista trabaja en Paraguay con un pueblo de tejedores. Su trabajo de recuperación, identificación y recreación de tejidos tradicionales le permite generar un vínculo fecundo entre creación artística, artesanía popular y lenguaje plástico. En sus últimos textiles utiliza las técnicas del patchwork, el collage y el tejido, utilizado éste último para crear relieves.
Karina El Azem y sus obras
Desde sus comienzos Karina El Azem explora los alcances de la tradición ornamental y el diseño lo que la llevó a realizar propuestas innovadoras que actualmente están en consonancia con los nuevos alcances del arte digital. Sus primeras obras componen, mediante la repetición de un motivo, formas ornamentales.
Otras preocupaciones de la artista se ligan a lo social y a lo político, abordando el tema de la violencia. El elemento preciosista del trabajo con mostacillas da lugar a las municiones y a los cartuchos de bala de distintos calibres. En sus últimas obras, la intervención digital cobra especial interés. Siguiendo la línea conceptual que atraviesa su trabajo: realidad vs. simulacro.
Nushi Muntaabski. “Manguera”, mosaico veneciano de teselas de vidrio pegadas con silicona sobre una manguera plástica con pico regador de bronce
Si en la obra de Karina El Azem, el protagonista es la mostacilla o la munición, en Nushi Muntaasbki es la venecita. La artista ofrece a través del material un abanico de propuestas que van desde el objeto hasta la instalación monumental, el site specific o el diseño de murales.
El universo que elabora es eminentemente sensual y táctil, los colores que utiliza son vibrantes y acentúan la riqueza hiperreal que ofrece el volumen. Así en su obra resplandece la belleza de lo cotidiano con su cuota de humor y de tragedia como la vida misma.
Mónica Van Asperen. Dos obras: “Secuencia azul”, pieza escultórica de madera, metal en tubo y 5 tubos soplados en neón y “Equidistancias sonoras” de 2016, espejo y gas de neón
Para Mónica Van Asperen lo blando y aéreo del textil, la dureza y del metal así como también la fragilidad del vidrio y la inmaterialidad de la luz son su herramienta. A través de estos medios logra inesperadas posibilidades expresivas. Con la técnica del vidrio soplado el artista lo transmuta en volúmenes sensuales, con formas donde predomina la curva. En los últimos años Van Asperen incorporó la luz. Su escultura lumínica “Resonancia”, le valió el premio Trabuco Mención especial en 2017, construcción geométrica, de formas lineales y ondulantes que se repiten en un espacio grávido de luz y color. Sus últimos trabajos, son fotografías perfomáticas que entrañan un compromiso activo enmarcado en la actualidad dramática de los femicidios. Van Asperen convocó a 4 mujeres adolescentes para realizar una acción. El registro fotográfico destaca la relación del cuerpo con el material utilizado, en este caso el metal, y con los volúmenes de los objetos representados.
Nora Iniesta y sus obras
Reina del collage y del ensamblaje, Nora Iniesta compone un caleidoscopio de imágenes que producen asociaciones y alteraciones del sentido. Utiliza diversos materiales y recicla elementos cotidianos: juguetes o enseres domésticos como bandejitas, abanicos, espejos o portarretratos donde lo biográfico y femenino forman parte. También el celeste y el blanco se han vuelto sus colores emblemáticos usándolos como telón de fondo para hablar de la patria y nuestra idiosincrasia, pero también para capturar el tiempo de la infancia que expresa cierta nostalgia.
Además de ver una nueva serie de objetos y trabajos que la artista produjo durante la pandemia, la muestra recupera una obra temprana como “Réquiem para un plumero” (1987) que adelanta el desarrollo de su poética conceptual donde la apropiación, la sutil ironía, lo lúdico y el rigor formal la caracterizan.
Bárbara Diez. Serie de collages de medidas varias
En diálogo con la obra de Iniesta aparece la de Bárbara Diez, quién desde hace un tiempo comenzó tímidamente a realizar collages en íntima relación con su historia familiar. Se trata de la recuperación nostálgica de revistas de época y libros de arte que pertenecieron a su abuela.
Durante la pandemia realizó una serie de collages temáticos que avanzan por la historia del arte interviniendo reproducciones de obras de artistas reconocidos.
Bárbara Diez adosa estratégicamente determinados objetos a las imágenes donde casi siempre interviene la humorada. Estos gags visuales se producen cuando acentúa los anacronismos de la imagen colocando pequeños elementos tecnológicos como pendrives o chips en imágenes antiguas, o ingresando elementos relativos a la sociedad de consumo, como en su momento lo hizo el pop.
Detrás: obra sin título de Cynthia Cohen, óleo y esmalte sobre tela. Delante "El gallo y el zorro de Nushi Muntaabski, mosaico veneciano sobre poliuretano, pastos y tierra |
Inauguración de la muestra “Manos a las obras: 10 artistas” en Maman Fine Art. Foto: Robert Remontero. Gentileza de Maman Fine Art
Un poco de historia:
En 2001 Daniel Maman junto a su mujer Patricia Pacino, licenciada en arte, abrieron en Buenos Aires su tercer gran galería: MAMAN Fine Art. “Asesorar también es un arte” se mantuvo como slogan de una tarea que se amplió desarrollando un programa cultural que incluyó servicios de consultoría, charlas con artistas, encuentros con curadores, presentaciones de libros e incluso visitas guiadas para niños. De esta manera, MAMAN Fine Art logró posicionarse a la vanguardia de la escena del arte local. Con más de 50 exposiciones organizadas y 30 catálogos publicados, el trabajo de la galería ayudó a impulsar y afirmar en su carrera a algunos de los artistas mas importantes de la escena actual.
Desde el 2016, MAMAN Fine Art - Buenos Aires, reanuda el programa de exhibiciones y encuentros de arte. Así como también se lanza la primera edición del premio Maman Arte Joven, un premio que implica un nuevo compromiso con el arte local.
La dirección de la galería está hoy a cargo de Patricia Pacino y Federico Maman cuyo objetivo es consolidar las acciones de promoción que viene desarrollando la galería, sumando nuevos artistas para su representación.
La muestra se exhibe del 26 de octubre al 23 de diciembre de 2021 y se puede visitar de lunes a viernes de 11 a 19 hs. en Av. del Libertador 2475, Buenos Aires, Argentina.