12 de noviembre de 2022

La Colección AMALITA presenta "El arte es un misterio" hasta febrero de 2023

 

Liliana Maresca. Recolecta, 1990. Objeto de fundición en bronce con capa de oro de 24 kilates y base de granito gris. Colección particular

Colección Amalia Lacroze de Fortabat presenta la exhibición “El arte es un misterio⁠. Los años 90 en Buenos Aires” con curaduría de Francisco Lemus⁠.

Germán Barraza -director artístico de la Colección Fortabart- y Francisco Lemus -curador de la muestra
En relación a las exposiciones sobre los artistas de los años 90 que se han desarrollado en la Colección AMALITA en estos años, esta exposición propone a modo de síntesis, trazar una mirada panorámica sobre las transformaciones artísticas y culturales generadas durante esa década en Buenos Aires. A través de la selección de obras y documentos referidos a la actividad individual y grupal de artistas, activistas, instituciones y espacios, se da cuenta de la potencialidad creativa de un período clave en la historia del arte argentino y los relatos del arte contemporáneo. ⁠

Martín Di Girolamo. La soledad de Steffie, 1993, óleo sobre tela. Propiedad del artista
Artistas participantes: Sergio Avello, Elba Bairon, Feliciano Centurión, Martín Di Girolamo, Rosana Fuertes, Fabulous Nobodies (Roberto Jacoby y Kiwi Sainz), Silvia Gai, Mónica Giron, Alberto Goldenstein, Sebastián Gordín , Jorge Gumier Maier, Pompi Gutnisky, Miguel Harte, Graciela Hasper, Alicia Herrero, Fabio Kacero, Alejandro Kuropatwa, Fernanda Laguna, Benito Laren, Lux Lindner, Alfredo Londaibere, Ana López, Liliana Maresca, Emiliano Miliyo, Ariadna Pastorini, Marcelo Pombo, Elisabet Sánchez, Cristina Schiavi, Omar Schiliro, Marcia Schvartz, Alan Segal, Pablo Siquier, Pablo Suárez⁠.  

Marcelo Pombo. Sin título, 1987-1988. Esmalte sintético sobre madera con incljusiones calcáreas y velcro. Colección Brun Cattaneo   
La exposición se puede visitar hasta febrero de 2023, de jueves a domingos de 12 a 20 h⁠s. en Olga Cossettini 141, Puerto Madero, Buenos Aires. Argentina. 

Sergio Avello. Sin título, 1989-2022. 80 cuadrados de papel enmarcados con vidrio y varilla de 8 x 8 cm c/u. Reconstrucción realizada por Daniel Joglar
“El arte de los años noventa se sitúa entre la salida de una profunda crisis hiperinflacionaria y el desarrollo del neoliberalismo; también, bajo el tiempo que impuso el vih, una pandemia productora de estigmas. Desde los márgenes hacia los espacios centrales, los artistas fueron influenciados por el underground y el activismo de la posdictadura. En este proceso, lograron tomar distancia de los grandes temas valorados por la tradición artística y, al mismo tiempo, formalizaron las imágenes de la contracultura que circulaban por todos los rincones de la ciudad. 

Pablo Suárez.Tres obras de 1987 en resina epoxi sobre bandeja de plástico con tapa de acrílico. Colecciones particulares

A medida que estas transformaciones se desplegaron, el vih avanzaba sobre los cuerpos. Se creaba con intensidad, mientras se despedían amigos y amantes. La belleza y el goce se mezclaron con la muerte. La subjetividad atravesó todo: las imágenes recurrentes, las operaciones estéticas, el discurso y los modos de agruparse. Lo personal adquirió una jerarquía inédita en la representación. Esto no significó una retirada de la política, sino el ingreso de la micropolítica como forma auténtica de ordenar los signos de una época.

Mónica Giron. “E-M: radal, ñire, ciprés, maitén, coihue, alerce, lenga, pehuén”, 1994. Instalación, masilla epoxi, fibra de vidrio y resina epoxi policromados. Realizada con el auspicio de Fundación Antorchas, taller de Barracas. Colección particular

A través de diferentes núcleos, esta exposición esboza un panorama del arte argentino de los años noventa. Más allá de los espacios emblemáticos, se suman recorridos y cuestiones que se han escurrido de las primeras escrituras sobre el arte del período. La idea es dar cuenta de una escena diversa, integrada por artistas innovadores, laboriosos y excéntricos que ejercieron la diferencia tanto en el terreno del arte como en la construcción plural de la identidad. 

Sebastián Gordín. Música de cucharitas en Eldor, 1994. Madera, cartón, piedras, papel aluminio y luces. Colección particular

El arte de los años noventa generó debates y posiciones antagónicas. Al día de hoy se presenta una sospecha acerca de su legitimidad como una experiencia propia del arte contemporáneo. La mirada de las instituciones de los países centrales parece no comprenderlo porque se distancia de la posición subalterna que ha definido al arte latinoamericano. No es un arte que verifique su época por medio de la protesta, pero sí da cuenta de su sensibilidad y del sentido de comunidad del cual emergió. 

Benito Laren. Visita guiada, 1996. Técnica mixta sobre vidrio. Colección Julián Mizrahi

En una escena en crecimiento y profesionalizada, se pudieron afianzar las relaciones con lo más próximo, se conformó una trama en la que los artistas comenzaron a apropiarse del paisaje cultural de su tiempo sin la habitual correspondencia con las agendas internacionales. Las obras poseen diferentes características, no hay un relato homogéneo que las unifique, pero responden de manera genuina a las condiciones en las que se podía hacer arte en Buenos Aires.” Francisco Lemus.

Jorge Gumier Maier. Sin título, 1992. Acrílico sobre madera calada. Colección Raúl Naón