23 de marzo de 2022

Azor", ópera prima de Andreas Fontana llega a las salas argentinas el 24 de marzo

 
Tras su estreno mundial en la 71º edición del Festival Internacional de Cine de Berlin y su paso por numerosos festivales internacionales, Azor, ópera prima del director Andreas Fontana, llega a las salas argentinas el 24 de marzo.
La película, co-producción Suizo-Argentina (Alina Films / Ruda Cine) que retrata los ominosos años de la última dictadura Argentina, está protagonizada por Fabrizio Rongione y Stéphanie Cléau y fue filmada íntegramente en el país.
 

Sinopsis:

1980. Yvan De Wiel, un banquero privado de Ginebra del más alto nivel, viaja a Argentina en plena dictadura militar para reemplazar a su socio, objeto de los rumores más inquietantes, al desaparecer sin dejar rastro. Entre salones lujosos, piscinas y jardines bajo vigilancia, se instala un duelo a distancia entre los dos banqueros que, a pesar de sus métodos diferentes, son cómplices de una misma forma de colonización discreta y despiadada.

Ficha Técnica:

Nombre original: Azor
Duración: 100 min.
Idioma: Español / Francés
Color / DCP / 5.1
Países: Suiza / Francia / Argentina

Elenco:

Yvan De Wiel Fabrizio Rongione
Ines De Wiel Stéphanie Cléau
Mrs Lacrosteguy Carmen Iriondo
Augusto Padel-Camon Juan Trench
Aníbal Farrell Ignacio Vila
Évêque Tatosky Pablo Torre
Magdalena Padel Camon / Alicia Domeq Elli Medeiros
Decôme Gilles Privat
Frydmer Alexandre Trocki
Leopolda Agustina Muñoz
Dekerman Juan Pablo Gerreto
Guy Lombier Yvain Julliard
 Andreas Fontana nació en Ginebra en 1982 y luego de sus estudios se trasladó a Buenos Aires. En 2010 su cortometraje Cotonov Vanished (2009) ganó el premio First Steps en Vision du Réel. Su siguiente cortometraje, Pedro M, 1981, fue nominado al Swiss Film Award 2016 y junto a Zahra Vargas recibieron el Premio Upcoming Lab con el proyecto Nothingwood.  Azor, es su ópera prima.

Sobre el proyecto:

"Me interesa observar a unos profesionales cuya especialidad es el secreto. No el secreto de Estado, sino el secreto íntimo y personal. El banquero privado está a la cabeza de este secreto que es la riqueza. Debe saberlo todo sobre su cliente, sus caprichos, sus ansiedades, sus antojos. Y una de sus habilidades es aprovecharse del miedo de sus clientes. Cuanto más teme el cliente, más poderoso es el banquero. Esto lo convierte en un personaje bastante ambiguo.
¿Cómo trabaja esta gente? ¿Cómo se las arregla el banquero privado para pasar siempre desapercibido? Hay algo fascinante en observar cómo la discreción, en un determinado contexto, no es un atributo sino una estrategia. Si uno mira a un banquero en Suiza, con su corbata y su traje, uno ve simplemente a un burócrata. Pero un banquero que viaja es un agente. Y un banquero que viaja y se une a una dictadura es un agente encubierto que participa en una forma de colonización despiadada, voraz e insaciable.
La película, de algún modo, es una invitación a pensar a los banqueros como conquistadores, cuyos privilegios de clase les permiten no ver la sangre derramada a su alrededor".  Andreas Fontana.