24 de junio de 2017

Exposición de Ezequiel Barakat en el Centro Cultural Borges


En la sala 27 del Centro Cultural Borges se pueden apreciar 20 obras, en técnicas mixtas, que conforman la muestra de pinturas  y papeles del artista visual, gestor cultural y diplomático, Ezequiel Barakat, bajo la  curaduría  de Blanca María Monzón.
 
"Muro II. Huellas del tiempo, Memoria urbana". Caracas, 2015, óleo sobre tela
 
Ezequiel Barakat, es un artista  inquieto, sensible, que  a  su  regreso a Buenos Aires,  luego de  su peregrinar,  como  representante diplomático de Argentina, por  distintas  ciudades  del  mundo,  mostrará, en el Centro Cultural Borges,  su percepción visual,  su  expresiva manifestación artística, así  como sus sentimientos, emociones y aprehensiones del mundo que lo rodea.
Se  trata,  como bien  dice Barakat, del “accionar de un caminante que entiende al viaje como un ejercicio de autodescubrimiento.” Muros, paredes, huecos, grietas y fisuras en portales, columnas, ventanas y techos, calles y cielos, bajo una mirada curiosa y estética, se convirtieron en impulsos y motivos para la creación abstracta, que es el estilo que profesa desde que se inició en la pintura.

"Puentes, cielos, tierra", 2015, óleo sobre tela
 

Blanca María Monzón, directora del departamento de artes audiovisuales del Centro Cultural Borges  y curadora de la exposición, percibe la preocupación y el interés de Ezequiel Barakat por las imágenes de ciudades, donde se desempeñó como diplomático, Buenos Aires, Caracas,  México DF y Estambul, como una especial circunstancia que ha contribuido a la creación de su obra. Un creador que  aborda  la obra desde el plano de los ojos y de la calle, con líneas geométricas definidas por las diferentes zonas de color, donde la ciudad es la obra, y la obra es la ciudad.
Para Barakat,  la inspiración que lleva a la creación de una imagen puede nacer de un estímulo visual, de una emoción, quizás de un sonido que transporta a una sensación determinada y también de los elementos que nutren la imaginación. Su obra se basa en patrones geométricos, líneas y formas que se entrecruzan y crean planos de color, casi siempre con dos o tres pigmentos, cuyos matices aportan textura y profundidad.

La exposición se puede visitar hasta el 9 de julio, de lunes a viernes de 10 a 21 horas, y sábados y domingos de 12 a 21 horas en Viamonte 525, Buenos Aires, Argentina.