29 de noviembre de 2012

La muestra de Karina El Azem en el Centro Cultural Recoleta continúa hasta diciembre

La artista plástica Karina El Azem está presentando la exposición "Una certeza persiste" en la sala J del Centro Cultural Recoleta, hasta el domingo 9 de diciembre.
Se trata de una selección de sus obras recientes en diálogo con algunas piezas de series producidas en diferentes momentos de su trayectoria. El Azem propone una apropiación visual de la sala mediante una lectura ligada discursivamente a la problemática del delito, vinculada con diferentes indagaciones sobre el ornamento y la belleza. 
 En el texto crítico el curador de la muestra, Rodrigo Alonso, lo explica así:
"En 1908, Adolf Loos publica su famoso ensayo Ornamento y delito. En él condena la vocación decorativa del Art Nouveau, con su gusto por lo impuro, lo superfluo y lo híbrido. Para el arquitecto vienés, estas cualidades contradicen el desarrollo formal de las artes y su creciente búsqueda de precisión y simplicidad.
La obra de Karina El Azem prolonga y actualiza muchos de estos debates, mediante estrategias formales y conceptuales que le permiten analizar, desarrollar y reflexionar sobre al menos cuatro tópicos derivados de este conflicto legendario: la correspondencia entre delito y ornamento; la tensión entre la superficie y lo que pulsa debajo de ella, o las posibles connotaciones que desata; la cuestión del sujeto en relación con el diseño y el artista como productor social.
En su obra, la correlación entre ornamento y delito aparece con una literalidad que transita de lo banal a lo siniestro. El uso de balas, sangre, perdigones y otros materiales que remiten sin ambages al universo criminal, como base para la creación de patrones decorativos, pone de manifiesto una imbricación íntima de elementos cuya asociación no es evidente. La repetición de las municiones destacadas en su regularidad formal enfatiza su naturaleza serial, como todo fruto de un aparato industrial para la cual no existe, desde su perspectiva eminentemente económica, ninguna diferencia entre producir el placer o la muerte. En otras obras, como las piezas de sangre y luminol, es el sistema criminal mismo el que se pone en tela de juicio, en sus procedimientos e imprecisiones.
Se establece una tensión entre la primera impresión visual y el descubrimiento de la trama que los conforma. Desde lejos, éstos se presentan como una imagen, por lo general geométrica, uniforme y armónica, que en la cercanía adquiere otro sentido. La relación entre el diseño aparentemente inocuo y la contundencia de los materiales que lo componen deja un espacio abierto a la interpretación que invita a pensar sobre unos universos que parecían separados por completo.
Así, finalmente, se impone una reflexión sobre el lugar del artista como productor social. No ya sobre la medida en que su trabajo refleja aquello que sucede en el mundo, sino sobre el sentido mismo de su práctica de cara a la conformación política de la sociedad en la que vive. Teniendo en cuenta que aquélla forma parte inevitablemente de ésta, de sus imposiciones mercantiles y sus sobredeterminaciones ideológicas, pocos caminos parecen más adecuados que el que El Azem emprende: el de una visualidad y una discursividad críticas."
La muestra se puede visitar de lunes a viernes de 14 a 21 hs. y sábados, domingos y feriados de 12 a 21 hs., con entrada libre y gratuita, en Junín 1930, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.