28 de octubre de 2011

El Museo Eduardo Sívori invita a visitar las exposiciones de Ariel Mlynarzewicz y Jorge Ortigueira hasta el 20 de novienbre

El Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori está presentando hasta el 20 de noviembre, las exposiciones "El Bosque", pinturas de Ariel Mlynarzewicz, y "Retrodecer… para tomar impulso”, pinturas y dibujos de Jorge Ortigueira. Se pueden visitar en Av. Infanta Isabel 555, frente al puente del Rosedal de Palermo, de martes a viernes de 12 a 20 hs. y sábados, domingos y feriados de 10 a 20 hs., con entrada general a $1, miércoles y sábados, gratis.  
obras de Ariel Mlynarzewicz
Mlynarzewicz presenta obras de grandes dimensiones, casi murales y telas al óleo, enfatizando el tema de "El Bosque", metáfora del camino hacia sí mismo, valiéndose de enormes cantidades de materia que dejan las grandes espátulas, cuyo resultado es pinturas casi abstractas.
Ariel Mlynarzewicz, "Un grillo en la noche", óleo sobre tela, 2010/11
En esta muestra, el artista ha decidido privilegiar las imágenes por sobre cualquier texto; es decir, privilegiar el sentido de su trabajo, que es la pintura. En sintonía con esta premisa, el catálogo de la exposición estará compuesto únicamente por imágenes de las sesenta obras que la conforman. Así, la pintura se convierte en el único punto de contacto con el espectador, a partir de la idea de que una pintura no necesita traducciones ni explicaciones.
Ariel Mlynarzewicz
Pintor, dibujante y grabador, Ariel es discípulo de Carlos Alonso.
En 2006 fundó el Grupo de Boedo, integrado por estudiantes que trabajan y exponen, abrevando de su pasión y de sus experiencias. Realizó numerosas exposiciones, individuales y colectivas, tanto en Argentina como en el exterior. Ha sido distinguido con Gran Premio de Grabado del Salón Nacional y el Premio Internacional de la Crítica en Valparaíso, Chile, entre otros. Sus trabajos dan cuenta del merecido reconocimiento, en ocasiones de gran envergadura, como los murales que realizó en la cúpula del Teatro Regio.
Jorge Ortigueira, "Pajarito", acrílico sobre tela, 2008
La muestra de Jorge Ortigueira abarca producciones de su primera muestra (1975) y obras presentadas en salones nacionales y municipales, exposiciones colectivas e individuales e instituciones locales y del exterior.
"Retroceder para tomar impulso" no es únicamente una retrospectiva sobre la producción del pintor. El concepto que  guía esta exposición se asienta sobre una reflexión acerca de los males que nos aquejan, para poder desde allí, encontrar una solución reparadora. 
El recorrido por la producción de Ortigueira se inicia en los años ochenta, donde  ya se puede observar el carácter satírico y caricaturesco elegido por el artista, como modo de vehiculizar una idea. La elección de una paleta, donde siempre se hallan presentes el azul y el blanco, y a veces el gris mediocre, deja en claro el propósito del pintor. La historia del país y nuestra peculiar idiosincrasia se corporizan en sus frágiles criaturas. Los períodos de crisis, económicas e institucionales, una humanidad en venta y con sus valores trastocados, el tropezar siempre con la misma piedra y los “dobles  discursos” se hacen presentes en sus composiciones. ¿El “fin de la historia” en la “era del vacío”? Ortigueira nos presenta esta época, definida por Gilles Lipovetsky, como apática, indiferente y donde el principio de seducción sustituye al principio de convicción. Todo ello teñido con una actitud humorística. Así, la naturaleza de nuestro tiempo quedó registrada por el artista, a través de un estilo pictórico ágil y dinámico, que ha ido despojándose de lo superfluo, para atender a lo esencial.
Jorge Ortigueira, "Ocaso y esperanza", acrílico sobre tela, 2010
Sin embargo su visión no es pesimista, sino crítica. Es por ello que el núcleo temático que cierra la exposición gira en torno al concepto de esperanza. A modo de un gran mural, Ortigueria cuenta su historia y condensa sus símbolos. Su humanidad trajeteada transita por su paisaje favorito, la playa. Allí, como en la escenografía de un teatro, reconocemos personajes y actitudes a los cuales el pintor nos tiene habituados. En el último de los cuadros aparece un niño, tema que viene desarrollando actualmente, y que sostiene un salvavidas. La escena se proyecta hacia un horizonte abierto y amplio, donde se representa el ocaso del día. Pero siempre que anocheció volvió a amanecer. Esa es la ley de la naturaleza.
Jorge Ortigueira
 Ortigueira ha creado una galería de personajes que resultan en un inquietante diagnóstico de la naturaleza humana. Grotescos y transgresores, desenmascaran la realidad con humor y punzante  ironía. Con un dibujo preciso y fuertes acentos cromáticos, el artista exhibe un realismo desencantado que perturba y desconcierta. Una obra sólida y coherente, que se manifiesta a través de una técnica pictórica depurada y personal, y de una misma temática que recorre toda su producción. El artista parte de un recurso tradicional dentro de la historia del arte: la figura humana. Ella se constituye en el centro de representación y en el eje de una aguda reflexión sobre la historia nacional y el particular modo de ser argentino.
En la pintura de Ortigueira los personajes devienen centrales, no sólo porque ocupan el centro compositivo sino porque desde allí nos cuentan una historia. A través del desarrollo del arte occidental la figura ocupó un lugar preponderante. A través de ella se fueron desarrollando diversas formas de representación.
Merecedor de varios premios, entre ellos el 1º Premio Municipal Manuel Belgrano 2004, la obra de Ortigueira integra el patrimonio de los museos Sívori; Rosa Galisteo de Rodríguez de Santa Fe; Municipal de Junín, De Tandil, así como colecciones privadas de Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Estados Unidos, Noruega, España, Israel y Cuba.